HILOTZ, crítica del disco "Aske" (Maldito Records)


 

Teniendo en cuenta la agresividad y la fuerza del trabajo que nos disponemos a reseñar, solo se nos ocurre calificarlo como un auténtico sopapo en la boca. Y a partir de ahí podremos entrar en matices. Estaremos todos de acuerdo si digo que es un trabajo de gusto exquisito, rebosante de musicalidad; que cada pista es una recreación de un universo interior inmensamente rico e imaginativo; que la larga lista de variaciones, matices y desarrollos musicales no hacen en absoluto largos los casi 60 minutos de duración del mismo.


Irremediablemente, la mala hostia y la velocidad de muchas pistas nos hace fijarnos en el Thrash Metal tanto como en las corrientes del Metal Extremo más sofisticado. “Aske”, una barbaridad sonora de más de 8 minutos, deja bien a las claras la dicotomía existente entre una rabia sin límites y una calidad fuera de lo común. Podríamos argüir que lo habíamos visto venir con la maqueta “Hil ala bizi” (2012) y con el primer disco “Giza ankerkeria” (2016)... Pues bien, las previsiones se desbordan ya que este “Aske” supera todas las expectativas y podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que se asienta desde ya como un clásico del Metal.


Así, el comienzo con “Pertsona, terrorista” nos castiga con gran fuerza y brutalidad desde el minuto uno. Es en temas como estos cuando la voz de Mikel Yarza adquiere unos tintes asesinos que refuerzan sobremanera el resultado final. Y si ya nos vamos a “Sinisten dut” y “Auhen”, con sus desarrollos armónicos y sus atmósferas épicas... casi nos viene la tentación de hacer mención al progresivo, algo que el grupo nunca admitirá.


Vamos camino al matadero con “Hiltegira bidean”, su endiablada elegancia y sus remolinos rítmico-armónicos para adentrarnos en una curiosa “Izua su”, con voces femeninas a cargo nada menos que de Izaskun Forcada (Bi Kate) y Natalia Garmendia (Humus), en un estribillo bizarro y adictivo que culmina el previo ejercicio de violencia vocal de Mikel. Si bien la complejidad de los temas es una constante durante todo el disco, la maestría de “Zurrunbiloa” la convierte, quizás, en la mejor de su trayectoria. Guitarras limpias, intenciones oscuras: un torbellino de cuidados pasajes, cambios tácticos y poderosos guitarrazos lo encumbra desde el mismo instante de su publicación.


La guitarra de Pablo Cabases apenas deja de hacer diabluras en los 11 temas, aunque por encima de las virgüerías técnicas es obligado destacar su buen gusto y la reseñable querencia por transmitir sentimiento y pasión, sin olvidar nunca su superior vocación de servir a los temas. Etxahun Urkizu, de quien conocimos su pegada en el primer disco, demuestra una gran versatilidad a los tambores y no solo se adapta con solvencia a tantísimos cambios, sino que le imprime la fuerza necesaria a todo ese torbellino sonoro tan bien empastado. La masa sonora se ensambla con el bajo de Mikel Yarza, quien canta con una rabia inusitada aunque las partes instrumentales destaquen por encima de todo y constituyan la columna vertebral de todo el trabajo, por encima de los estribillos. Con todo, cuando entran las cuerdas vocales de Mikel se consigue la tormenta perfecta. Y es que da gusto escuchar una voz tan destructora y rabiosa, y tan pocas veces así de efectiva.


Diktadore zintzoa” tiene sabor a clásico. Una burrada deliciosa que, por sus melodías guitarreras, podríamos incluso situar entre los más granado del heavy ochentero (nota: es un piropo). Gozo intenso y fuerza a raudales. “Ezin du” es poseedora de un estribillo ganador y ese toque mágico que parece acompañar a todo el disco. La instrumental “Betirako atsedena”, con esa batería tan demoledora, podría ser el perfecto comienzo para un concierto. Y cierran con “Agur”, una curiosidad que también cuenta con videoclip, donde se fusiona el aurresku (danza tradicional vasca) con el estilo del trío donostiarra. Digamos que, analizando el álbum, musicalmente este tema no aporta demasiado al resultado final, aunque se agradezca el detalle.


Y bien, ahí los tienes: la pandemia les ha jodido las presentaciones, aunque cuando tengamos ocasión de verlos la descarga que nos espera prometa ser aplastante. Nadie debería perdérselos en directo. Ni en disco.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reincidentes: mis héroes de la clase obrera

Siete libros para nueve amantes: bibliografía de Miguel Ríos

Archivos ARF: 2023. Crónica de tres días intensos.